Puntos principales:
El fracaso enriquece, pero busca ser exitoso
Las startups mueren por muchas razones, algunas evitables
5 posibles asesinos, unos más comunes y evidentes que otros. Trata de evitarlos
Emprender un negocio es muy retador, difícil, agotador, pero fascinante y enriquecedor a la vez, aun y cuando éste fracase. Inclusive, el fracaso puede ser más enriquecedor si nos tomamos el tiempo de separar las excusas de las razones y destilar los aprendizajes.
Además de las razones evidentes que contribuyen a que un nuevo negocio fracase, me gustaría poner sobre la mesa de discusión la siguiente lista de asesinos silenciosos de las startups. No pretende ser una lista exhaustiva ni ordenada, sino una lista provocativa estilo “antenitas de vinil”, es decir, que nos ayude a reflexionar y a detectar “la presencia del enemigo” en nuestros proyectos.
1) Demasiado dinero disponible
Esta sé que es controversial, contraintuitiva e inconcebible. Inclusive es probable que los emprendedores leyendo esto digan cosas como “eso es imposible, ¡nunca hay suficiente dinero!”. Y al final, es cierto, nunca hay suficiente dinero. Pero sí puede haber demasiado.
La misión de una startup, por definición, es encontrar la manera de capitalizar una necesidad de mercado con un nuevo producto o servicio, operando desde la escasez (de dinero, de tiempo, de recursos…).
El no operar con una mentalidad de escasez puede llevarte a inyectarle más dinero del necesario a perseguir una idea que nunca va a funcionar, desperdiciando a su vez el recurso más escaso y preciado de todos: el tiempo.
Esta idea se explica mejor en conjunto con los siguientes dos puntos.
2) Lentitud en iterar o pivotear: “es que es mi bebé”
Cuando una startup nace, el nivel de incertidumbre es altísimo. Al comenzar, las preguntas son muchas y muy profundas y no hay manera de saber las respuestas a menos que experimentes con opciones. Por eso, al estar persiguiendo su misión de capitalizar la necesidad de mercado detectada, una startups debe estar iterando rápida y ágilmente su propuesta. El problema se presenta cuando no se itera o se itera muy lentamente, o bien, se llega al punto en que hay que pivotear y cambiar la dirección de la idea dramáticamente. Nos aferramos a nuestras ideas, pero además, nos enamoramos ciegamente de ellas como si fueran nuestros bebés. Dejamos de escuchar al mercado, nos negamos a hacer ajustes porque ya hemos invertido mucho esfuerzo en ello, no podemos cambiar ahora que estamos “tan cerca”…
Sin embargo, en las startups, o pivoteas cuando tengas que hacerlo o mueres. La oportunidad no espera y el mercado no se ajustará a ti. Tú debes de encontrar el famoso product-market fit, y entre más pronto, mejor.
Escucha a tu cliente y parte de ahí para crear tu propuesta de valor.
3) Modelo de negocio inviable
El modelo de negocio revela el cómo una empresa genera dinero. Responde a preguntas cómo: cuál es nuestra propuesta de valor, quién es nuestro cliente, cómo distribuimos el valor, cómo y cuánto cobramos, en qué y cuánto gastamos, etc. (Para más sobre esto, chequen el Canvas de Modelo de Negocio de Osterwalder).
Siguiendo con la idea del punto 2), no solamente debemos iterar y pivotear nuestro producto o servicio, sino que también debemos hacerlo con nuestro modelo de negocio.
A veces nuestro producto puede ser espectacular, pero si el modelo de negocio no es el adecuado, fracasaremos rotundamente.
4) Perfeccionismo
A veces pensamos que para que un producto sea exitoso debe ser perfecto. La realidad, es que nosotros mismos compramos productos imperfectos todo el tiempo. Es decir, compramos productos suficientemente buenos para resolver el problema o satisfacer la necesidad que tenemos en ese momento. Todos sabemos que la perfección es inalcanzable pero pocos nos damos cuenta cuando la estamos persiguiendo neciamente.
El buscar la perfección evitará que algún día llegues a tu meta. En una startup debes llegar al punto en el que algo es suficientemente bueno y avanzar con eso, probarlo en el mercado, escuchando al cliente y haciendo mejoras iterativas y progresivas continuamente.
El perfeccionismo se puede dar en la figura del fundador, en el liderazgo de la empresa, o inclusive en la cultura de la empresa. Se confunde fácilmente con un tema de “hacer las cosas bien”, lo cual le da el camuflaje perfecto para no ser detectado.
Debemos buscar llegar al “suficientemente bueno por ahora” y sacarlo al mercado para tener retroalimentación, el famosísimo feedback.
5) El ego
El ego es la principal razón por la que las startups fracasan. Nos hace pensar que somos invencibles, que tenemos el mejor producto, que nuestros clientes nos adoran. Nos distorsiona la realidad y nos nubla el juicio para hacer lo que tenemos que hacer. Por eso, es importantísimo tener fuentes de verdad confiables y honestas cercanas, pero además, estar dispuestos a escucharlos: pueden ser amigos, colaboradores, clientes, reportes, informes…
Un muy buen amigo siempre dice que “el feedback es el desayuno de los campeones”. Estoy de acuerdo; además creo que es el antídoto perfecto contra el ego.
Conclusión
Es vital detectar estos puntos cuando se asoman en tu proyecto, pero es mucho más importante actuar para corregirlos a tiempo, sin miedo a experimentar, a tomar riesgos y a ejecutar.
¿Qué otro asesino silencioso has visto en proyectos y startups?
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Cover Photo by Kaique Rocha from Pexels